Vulcano, la isla más meridional del archipiélago de las Eolias, está considerada la madre de todos los volcanes. Según una antigua leyenda, el dios Vulcano dirigía aquí su fragua. Cuando se ve el vapor de las fumarolas y se respiran los vapores de azufre, se puede imaginar lo que pensaban los antiguos griegos. Los manantiales naturales de lodo ya eran utilizados por los romanos como balneario. La subida al cráter es fácil y rápida. En el puerto hay restaurantes. Las playas de lava negra son una atracción muy apreciada. Nunca olvidará la vista del Campo Muerto con la zona de fumarolas delante. Nadar en el mar calentado de forma natural es una experiencia única.