Samotracia atrae a los visitantes con numerosas playas pequeñas y vírgenes, desde la playa de guijarros negros de Kipos hasta la popular Pachia Ammos. Se dice que Poseidón observó la batalla de Troya desde el monte Fengari. Desde el pueblo de Profitis Ilias, se puede escalar la alta montaña de granito desnudo y, en un día despejado, ver hasta Asia Menor. A la vuelta, el encantador pueblo de montaña con sus tabernas invita a quedarse.
Samotracia fue antaño un importante centro comercial. Las ruinas de fortalezas y torres nos hablan de Bizancio y del Imperio Otomano. La famosa Nike de Samotracia, hoy en el Louvre, se encontraba en el santuario de los grandes dioses, los cabiros.