Lípari, la homónima y mayor de las Eolias, impresiona por su pintoresca ciudad portuaria. Las ruinas se remontan a la Edad de Bronce y narran la larga y azarosa historia de la isla. Griegos y romanos, sarracenos y normandos se disputaron la isla. Además de edificios de la antigüedad, la isla alberga una ciudadela que data de Carlos V y varias iglesias imponentes, como la Catedral de San Bartolomeo, con su impresionante altar barroco. Desde el Belvedere Quattrocchi se tiene la vista más hermosa del mar y de la vecina isla de Vulcano a través del Valle Muria. En Corso Vittorio encontrará numerosos restaurantes y cafés que invitan a quedarse.