Alicudi es un destino muy popular entre los excursionistas que aprecian la naturaleza virgen lejos de las multitudes de turistas. La pequeña isla con el volcán extinto Filo dell'Arpa está prácticamente deshabitada. Aquí buscará carreteras en vano. Escaleras centenarias conducen desde el puerto al corazón de la naturaleza y a los asentamientos de Bazzina, Montangola, Pianicello, Sgurbio y Tonna. Los burros sustituyen a los coches. El aislamiento y la tranquilidad son las ventajas de Alicudi.
Aquí también crecen higos, almendras, las famosas alcaparras y las codiciadas vides.
Puede hacer una pausa en la iglesia de San Bartolo. Desde allí también se disfruta de una maravillosa vista al mar.